Bogotá, Colombia. En la madrugada de este lunes se confirmó el fallecimiento del senador y excandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien permanecía hospitalizado desde el pasado 7 de junio, tras sufrir un atentado a balazos durante un acto de campaña en Bogotá. Tenía 39 años.

El ataque ocurrió en el barrio Modelia, en la localidad de Fontibón, cuando el político participaba en un mitin. Recibió dos disparos en la cabeza y uno en la pierna, lesiones que lo dejaron en estado crítico. Desde entonces, se mantuvo bajo pronóstico reservado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe.

De acuerdo con el testimonio de su esposa, María Claudia Tarazona, el mismo día del atentado los médicos le informaron que presentaba muerte cerebral. Sin embargo, semanas después se registraron pequeños avances que permitieron iniciar un protocolo de neurorrehabilitación, generando esperanza entre familiares y simpatizantes.

El legislador, recordado por su defensa de la seguridad ciudadana y su postura firme frente a la corrupción, no logró superar las complicaciones derivadas de las heridas. Su muerte ha causado consternación en el ámbito político colombiano, donde diversos líderes han manifestado su pesar y han exigido el esclarecimiento total del ataque.

Miguel Uribe Turbay era una figura prominente en el Senado de la República y había sido precandidato a la presidencia de Colombia. Su trayectoria estaba marcada también por un legado familiar vinculado a la política: era hijo de Diana Turbay, periodista y ex ministra de Estado asesinada en 1991.

Las autoridades continúan las investigaciones para determinar a los responsables materiales e intelectuales del atentado, en un caso que ha encendido el debate sobre la seguridad de los líderes políticos del país sudamericano.