Ciudad de México. La presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo presentó este lunes la hoja de ruta para una profunda reforma político-electoral, la cual será coordinada por el economista y funcionario federal Pablo Gómez. El objetivo es modernizar el sistema electoral del país y fortalecer los mecanismos de participación ciudadana.
El plan contempla un proceso de consulta nacional que incluirá encuestas, foros y mesas de diálogo en todo el territorio, con el fin de recopilar propuestas ciudadanas y de especialistas. La información obtenida se integrará en un documento final que será entregado en enero de 2026 para su discusión legislativa.
Entre los ejes planteados destacan la eliminación de las diputaciones plurinominales, la reducción del financiamiento público a los partidos políticos, la implementación de urnas electrónicas y la revisión del fuero legislativo. También se busca establecer mecanismos de control más estrictos sobre los gastos de campaña y promover procesos internos más transparentes para la selección de candidaturas.
Pablo Gómez afirmó que la iniciativa será resultado de un diálogo abierto con la población, aunque enfatizó que la propuesta final buscará garantizar un sistema electoral más eficiente y menos costoso. “No se trata de acuerdos entre élites, sino de escuchar a la ciudadanía y transformar esas ideas en reformas concretas”, señaló.
Ven proceso peligroso partidos de oposición
Desde la oposición, diversas voces han manifestado preocupación por el rumbo que pueda tomar la propuesta, argumentando que cambios drásticos en la representación legislativa podrían debilitar la pluralidad política. También han advertido que la eliminación de las diputaciones plurinominales podría concentrar el poder en los partidos con mayor fuerza electoral, reduciendo la presencia de minorías en el Congreso.
Asimismo, dirigentes opositores han llamado a que el debate legislativo se realice con apertura y bajo un esquema de consenso, asegurando que cualquier modificación respete los principios democráticos y no comprometa la competitividad electoral. Señalaron que, si bien reconocen la necesidad de actualizar el sistema, esta reforma debe construirse sobre la base de un amplio acuerdo nacional.
El anuncio marca el inicio de un debate que se extenderá en los próximos meses y que podría redefinir las reglas del juego político en México, en un contexto donde se discute cómo equilibrar la representatividad y la eficiencia de las instituciones electorales.