El activista conservador Charlie Kirk, cercano al expresidente Donald Trump y líder de la organización juvenil Turning Point USA, fue asesinado a tiros este martes en la Universidad del Valle de Utah, en Estados Unidos.
De acuerdo con los primeros reportes, el ataque ocurrió mientras Kirk participaba como orador en un evento académico. Un disparo lo alcanzó en el cuello frente a decenas de asistentes, generando pánico y obligando a la evacuación inmediata del auditorio. El momento quedó grabado en video y rápidamente circuló en redes sociales.
Las autoridades estatales confirmaron que se trató de un acto de violencia política. El gobernador de Utah condenó el hecho y lo calificó como un “asesinato político inaceptable”, mientras la policía difundió imágenes del presunto atacante, que sigue prófugo.
La noticia sacudió de inmediato la esfera política. Tanto republicanos como demócratas expresaron sus condolencias y coincidieron en rechazar la violencia motivada por diferencias ideológicas. “Despreciable”, fue la palabra con la que varios líderes resumieron la magnitud del crimen.
Kirk, de 31 años, era considerado una de las voces más influyentes de la derecha estadounidense entre los jóvenes. Su cercanía con Donald Trump y su papel como comentarista frecuente en medios conservadores lo convirtieron en una figura clave del debate público en la última década.
El ataque ocurre en un contexto de creciente tensión política en Estados Unidos y abre un nuevo debate sobre la seguridad en eventos públicos y la urgencia de bajar la retórica que divide al país.