El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que, a partir del 1 de octubre, se aplicará un arancel del 100 % a los medicamentos farmacéuticos patentados importados. La medida busca incentivar la producción nacional y reducir la dependencia de medicamentos extranjeros. Sin embargo, se eximirá a las empresas que estén construyendo instalaciones de fabricación en EE. UU. El presidente justificó la decisión como una estrategia para fortalecer la industria farmacéutica nacional y mejorar la seguridad nacional.
La Unión Europea y Japón han expresado su preocupación, señalando que acuerdos comerciales previos limitan los aranceles a un máximo del 15 % para productos clave como los medicamentos. Por su parte, empresas como Roche y Novartis han indicado que sus inversiones en plantas de fabricación en EE. UU. las eximirán de los nuevos aranceles.
El impacto económico de esta medida aún se está evaluando, pero se espera que pueda afectar los precios de los medicamentos y la dinámica del mercado farmacéutico internacional.