Lima.– El Gobierno de Perú anunció este 3 de noviembre la ruptura de relaciones diplomáticas con México, luego de que la Embajada mexicana en Lima otorgara asilo político a la ex primera ministra Betssy Chávez, acusada de participar en el fallido intento de golpe de Estado de diciembre de 2022.
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú informó que la decisión responde a un acto “poco amistoso” por parte del Gobierno mexicano y una “injerencia en asuntos internos”. Pese a la medida, las funciones consulares entre ambos países continuarán activas para atender a ciudadanos de ambas naciones.
Crisis diplomática por asilo político
La polémica se desató cuando el gobierno mexicano aceptó la solicitud de asilo de Betssy Chávez, quien enfrenta cargos por rebelión y conspiración en el proceso judicial derivado del intento de disolución del Congreso impulsado por el expresidente Pedro Castillo en diciembre de 2022.
De acuerdo con medios peruanos, la Fiscalía solicitó hasta 25 años de prisión para Chávez, quien habría ingresado a la sede diplomática mexicana en Lima hace varios días. El hecho fue confirmado por la Cancillería peruana y provocó el inmediato rompimiento de las relaciones bilaterales.
Tensiones que vienen de años atrás
Esta no es la primera fricción entre ambos países. En 2022, tras la destitución de Pedro Castillo, México otorgó asilo a su esposa e hijos, lo que ya había generado protestas del gobierno de Dina Boluarte, quien acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de interferir en la política interna peruana.
Con la ruptura anunciada, Perú ordenó el retiro de su personal diplomático en México y exigió el mismo trato a los representantes mexicanos en Lima. Hasta el momento, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no ha emitido una postura oficial sobre la decisión del gobierno peruano.
Contexto regional y repercusiones
El rompimiento formal marca un nuevo episodio de tensión política en América Latina, donde los casos de asilo diplomático han sido motivo de controversia en varios países. Analistas señalan que la medida afectará los vínculos comerciales y de cooperación bilateral, aunque las relaciones consulares se mantendrán activas para no afectar a los ciudadanos.



