La música romántica mexicana perdió a una de sus grandes voces. Dulce, la icónica cantante, falleció el miércoles 25 de diciembre a los 69 años, tras un delicado proceso de recuperación por una cirugía de decorticación pleuropulmonar. Este procedimiento fue realizado debido a complicaciones graves derivadas de una neumonía que afectó uno de sus pulmones.
Una batalla llena de esperanza
La intervención quirúrgica buscaba liberar su pulmón de tejido fibroso que comprometía su capacidad respiratoria. Aunque hubo señales de mejoría, Dulce no logró superar las complicaciones. Según su íntimo amigo, Gerardo Medina, la causa final de su fallecimiento fue una metástasis pulmonar.
A pesar del optimismo expresado por amigos cercanos como la actriz Angélica Aragón, quien destacaba su lenta pero constante recuperación, Dulce falleció rodeada de amor, en compañía de su hija, Romina.
“Todos creíamos que vencería la enfermedad porque empezamos a ver mejorías después de días críticos”, compartió Roberto Hernández, uno de los amigos más cercanos de la cantante, en una entrevista con Oddis Tuñón.
Despedidas llenas de amor y admiración
El fallecimiento de Dulce generó una ola de homenajes en redes sociales, donde amigos y colegas recordaron su legado. Lucía Méndez, su amiga y compañera de escenarios, compartió un emotivo mensaje:
“Hoy se fue una querida amiga, una hermana del alma. Compartimos momentos inolvidables, nuestra amistad siempre permaneció en mi corazón. Aunque su cuerpo ya no esté con nosotros, su espíritu vivirá eternamente”.
Un legado eterno en la música romántica
Dulce dejó una huella imborrable en el panorama musical de México. Su potente voz, su inigualable interpretación y su carisma conquistaron a generaciones de seguidores que ahora lloran su partida.
La intérprete será recordada como una de las grandes exponentes de la música romántica, una artista cuya pasión por el escenario traspasó fronteras y tocó los corazones de millones.