El crimen de Carlos Manzo revela la vulnerabilidad de autoridades locales frente al crimen organizado.
Uruapan, Michoacán. El asesinato del alcalde Carlos Alberto Manzo Rodríguez, ocurrido durante las celebraciones del Día de Muertos en el centro de Uruapan, ha generado una ola de indignación y preocupación en Michoacán y a nivel nacional, al poner en evidencia la fragilidad de la seguridad pública en la región.
Manzo, quien había denunciado amenazas del crimen organizado y solicitado apoyo a las autoridades federales, fue atacado a balazos mientras participaba en un acto público. A pesar de contar con escoltas de la Guardia Nacional, el atentado fue consumado frente a decenas de asistentes.
Reacciones nacionales y exigencia de justicia
La presidenta Claudia Sheinbaum condenó el asesinato y aseguró que no habrá impunidad, instruyendo al gabinete de seguridad para reforzar las investigaciones y garantizar la captura de los responsables.
Medios internacionales como Reuters y El País destacaron que el crimen representa un duro golpe a la estrategia de seguridad federal, pues el alcalde era conocido por su postura firme contra los cárteles que operan en la zona.
Indignación y movilización social
Tras el asesinato, ciudadanos de Uruapan salieron a las calles para exigir justicia y mayor protección a las autoridades locales. Organizaciones civiles y académicos señalaron que el caso de Manzo es un reflejo del riesgo que enfrentan los funcionarios que denuncian la violencia criminal en Michoacán.
En redes sociales, funcionarios municipales y legisladores se unieron al llamado para que el caso no quede impune, mientras que el Gobierno estatal anunció un refuerzo de presencia militar y policiaca en la región.
Impacto político y social
El homicidio ha dejado un vacío de poder en Uruapan, uno de los municipios más poblados del estado, y ha reabierto el debate sobre la efectividad del modelo de seguridad nacional. Analistas advierten que el crimen podría tener efectos económicos y sociales en la región, al generar temor entre empresarios, servidores públicos y la ciudadanía.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Michoacán es uno de los estados con mayor número de homicidios dolosos, y el asesinato de Manzo se suma a una serie de ataques contra autoridades municipales ocurridos en los últimos meses.
Un llamado urgente a revisar la estrategia de seguridad
Especialistas coinciden en que este hecho demuestra la necesidad de replantear los mecanismos de protección a autoridades locales y fortalecer la inteligencia estatal para prevenir ataques similares.



