Washington, D.C. El Gobierno de Estados Unidos anunció un nuevo y contundente paso en su estrategia contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro: la recompensa por su captura se duplicó y alcanzó los 50 millones de dólares, convirtiéndose en una de las más altas ofrecidas en la historia por un mandatario en funciones.
La fiscal general Pam Bondi informó que el incremento responde a la “grave amenaza” que, según las autoridades estadounidenses, representa Maduro para la seguridad nacional de su país. Washington lo acusa de colaborar con organizaciones criminales transnacionales como el Tren de Aragua, el Cártel de Sinaloa y el Cártel de los Soles, además de señalarlo como pieza clave en operaciones de narcotráfico y corrupción a gran escala.
“Se trata de un mensaje claro: no toleraremos que líderes criminales utilicen el poder político para proteger sus redes ilícitas”, declaró Bondi durante la conferencia, asegurando que la recompensa está destinada a cualquier persona que ofrezca información verificable que conduzca a su arresto o condena.
Desde Caracas, la respuesta no se hizo esperar. El canciller venezolano Yván Gil calificó la medida como un “acto de propaganda política” y un “circo mediático” para distraer a la opinión pública de problemas internos en Estados Unidos. Asimismo, las Fuerzas Armadas Bolivarianas emitieron un comunicado respaldando a Maduro y rechazando lo que consideraron una “agresión abierta” contra la soberanía venezolana.
Un historial de recompensas en aumento
- Marzo de 2020: EE. UU. ofreció 15 millones de dólares por información que permitiera su captura, acusándolo de narcoterrorismo.
- Enero de 2025: la cifra subió a 25 millones de dólares, coincidiendo con su cuestionada toma de posesión para un tercer mandato.
- Agosto de 2025: el monto se duplicó nuevamente, alcanzando 50 millones de dólares, con acusaciones reforzadas de vínculos con el crimen organizado internacional.
Con esta cifra récord, Nicolás Maduro se ubica entre los líderes más buscados del mundo, en una lista donde antes figuraron nombres como Osama bin Laden y Saddam Hussein, aunque su captura parece, por ahora, un objetivo distante en medio de la crisis política y diplomática entre Caracas y Washington.