La noche de este lunes, millones de personas alrededor del mundo alzaron la vista para admirar la superluna de octubre, también conocida como la “Luna de la Cosecha”, un fenómeno astronómico que ofreció una de las vistas más espectaculares del año.
El evento alcanzó su punto máximo durante las primeras horas del 7 de octubre, cuando la Luna se encontró en su fase llena y, al mismo tiempo, en el punto más cercano a la Tierra en su órbita —lo que los astrónomos llaman el perigeo lunar. Esto hizo que el satélite natural luciera más grande y brillante de lo habitual, destacando con tonos dorados y anaranjados en el horizonte.
De acuerdo con la NASA, la superluna de octubre se vio hasta un 7 por ciento más grande y 13 por ciento más luminosa que una Luna llena común. En México, el fenómeno fue visible desde el anochecer del lunes, y miles de usuarios compartieron imágenes del resplandeciente disco lunar sobre ciudades como Guanajuato, Puebla, Guadalajara y la capital del país.
Conocida tradicionalmente como la “Luna de la Cosecha”, este plenilunio recibe su nombre por coincidir con el final del equinoccio de otoño y las antiguas celebraciones agrícolas. Además, fue la primera de tres superlunas consecutivas que se observarán este cierre de año, seguidas por las de noviembre y diciembre.
Especialistas recomendaron disfrutar del fenómeno sin necesidad de equipo astronómico, aunque quienes usaron telescopios o binoculares pudieron apreciar con detalle los cráteres y mares lunares con una nitidez poco común.
Más allá de su belleza, la superluna de octubre recordó la conexión entre los ciclos naturales y la vida cotidiana. Bajo su luz, el cielo nocturno volvió a reunir a curiosos, fotógrafos y amantes de la astronomía en una experiencia compartida de asombro y admiración.