Naciones Unidas. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, vivió uno de los momentos más tensos de su carrera diplomática al dirigirse este viernes a la Asamblea General de la ONU. Su discurso, marcado por la defensa de la ofensiva en Gaza y el rechazo a los recientes reconocimientos internacionales del Estado palestino, estuvo acompañado por abucheos y el abandono masivo de decenas de delegaciones que protestaron contra su postura.

La sala del plenario quedó prácticamente vacía mientras Netanyahu negaba que exista hambruna en Gaza y acusaba a la comunidad internacional de “premiar el terrorismo” al apoyar la creación de un Estado palestino. Países árabes, africanos, europeos y latinoamericanos abandonaron el recinto en bloque, mientras algunos diplomáticos que permanecieron hicieron gestos de desaprobación durante la intervención.

Medios internacionales como El País, Reuters, Le Monde y The Guardian coincidieron en que el aislamiento político del mandatario israelí fue evidente. Más de 100 diplomáticos de alrededor de 50 países se retiraron del salón en protesta, dejando al premier con un público reducido conformado principalmente por la delegación israelí y aliados cercanos.

Netanyahu, sin embargo, se mantuvo desafiante. “Quienes reconocen un Estado palestino están legitimando la barbarie de Hamás e Irán. Israel no se detendrá hasta terminar el trabajo en Gaza”, declaró.

Sus palabras fueron recibidas con críticas inmediatas de organizaciones humanitarias y gobiernos que lo acusan de encubrir violaciones graves a los derechos humanos en el enclave palestino.

El episodio subraya la creciente fractura diplomática que enfrenta Israel en el escenario internacional y refuerza el aislamiento de Netanyahu, quien insiste en que la ofensiva en Gaza es una lucha existencial contra el terrorismo.