En México, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres sigue siendo un reto sin resolver. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, publicados por el INEGI, las mujeres perciben en promedio 34 % menos ingresos que los hombres. Esto significa que, por cada peso que gana un trabajador varón, una mujer obtiene apenas 66 centavos.
El estudio revela que la brecha se amplía entre las personas con mayor nivel educativo: en el caso de quienes cuentan con posgrado, los hombres reciben hasta 46 % más salario que sus compañeras con la misma preparación académica.
Organismos internacionales han mostrado preocupación por esta situación. En junio pasado, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de la ONU señaló que México mantiene deficiencias en la implementación de políticas contra la discriminación laboral, especialmente en comunidades rurales e indígenas, donde las mujeres enfrentan más obstáculos para acceder a empleos formales y bien remunerados.
El panorama a largo plazo tampoco es alentador. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advirtió que, si no se adoptan medidas efectivas, cerrar la brecha salarial podría tardar hasta 119 años. Además, estudios recientes advierten que cerca del 50 % de las mujeres en el país no alcanzará la independencia económica a lo largo de su vida laboral.
Especialistas coinciden en que la desigualdad salarial responde a factores como la discriminación por género, la penalización por maternidad, el acceso limitado a puestos de liderazgo y la concentración de mujeres en sectores con menor remuneración.
Aunque existen programas y leyes orientadas a promover la equidad, organizaciones civiles y organismos internacionales coinciden en que las acciones actuales son insuficientes para revertir la tendencia. La demanda principal: implementar políticas públicas con enfoque de género, sanciones claras contra la discriminación y estrategias para impulsar la participación de las mujeres en sectores estratégicos de la economía.