Estados Unidos. La comunidad gastronómica mexicana en Estados Unidos enfrenta un difícil panorama: varios restaurantes han reportado una caída de hasta el 40% en su clientela debido a las recientes políticas migratorias.

Negocios como Roberto’s en Nevada, conocidos por sus tacos, tortas y huaraches, han visto cómo su afluencia disminuye drásticamente. Según sus encargados, el temor de la comunidad migrante a exponerse a inspecciones y redadas ha reducido considerablemente las visitas: “El 90 por ciento de nuestra clientela son mexicanos y prácticamente dejaron de venir; muchos prefieren no salir para evitar cualquier riesgo”, señalaron.

Situaciones similares se repiten en California, donde propietarios como Rubén Hernández, quien dirige cinco restaurantes entre California y Nevada, reporta caídas promedio del 30 por ciento en la clientela. A pesar de la presencia de clientes estadounidenses, no logra compensarse la pérdida causada por la ausencia de la comunidad mexicana.

Esta disminución de visitantes no solo afecta las ventas, sino que también impacta la operación diaria de los negocios: se recortan turnos, se reducen compras a proveedores y se ajustan los costos operativos, afectando a empleados y dueños por igual.

Expertos destacan que esta tendencia podría tener consecuencias a largo plazo en la economía local de los estados con alta presencia de restaurantes mexicanos, dada la dependencia de estos negocios de la comunidad migrante como principal clientela.